LA LENGUA ASTURLEONESA EN ZAMORA

¿QUE SON EL "ALISTANO", EL "SANABRÉS", EL "SAYAGUÉS"...?

Hasta hace bien poco en la provincia de Zamora (especialmente en la zona oeste, por las comarcas de Aliste, Sanabria, La Carballeda, Sayago, etc) se hablaba una modalidad lingüística diferente al castellano: lo que los filólogos denominan "asturleonés" o "leonés". Se trata ni más ni menos que del resultado de la evolución espontánea del latín que tuvo lugar en esas zonas.

Decimos "se hablaba", porque desgraciadamente hoy día sólo alguna gente mayor usa esta lengua (aunque muy castellanizada), mientras que la población más joven desconoce su existencia pese a que escucha, e incluso utiliza, gran cantidad de formas y léxico procedente de estas hablas, no advirtiendo en muchos casos que estas palabras no son entendidas por los hablantes “normales” de castellano fuera de la zona.

Pero, evidentemente, el asturleonés no se limita a la provincia de Zamora. De hecho tiene una distribución geográfica bastante amplia. Se habla asturleonés desde la costa asturiana hasta, según muchos autores como Menéndez Pidal, Extremadura. Dentro de él se distinguen tres modalidades diferentes: el asturleonés occidental, el central y el oriental.

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En la provincia de Zamora lo que tenemos son hablas pertenecientes básicamente al asturleonés occidental, que es de las tres, la modalidad con más elementos en común con el gallego-portugués puesto que "linda" con él, de ahí la confusión de mucha gente y la falsa creencia de que en Aliste o Sanabria lo que se habla es una especie de "medio gallego" (cierto es que en Sanabria sí que se habla gallego, pero en su extremo occidental, al otro lado del Padornelo) aunque, como veremos más adelante, leonés y gallego tiene infinidad de rasgos que los distinguen. Por tanto las hablas comarcales (“alistano”, “sanabrés”, etc) tienen algunos elementos que las diferencian entre si, cierto, pero tienen más que las unen y que las hacen formar parte de un sistema lingüístico más amplio: “el asturleonés”.

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Desde la asociación somos conscientes de que hablar de la existencia de unas lenguas autóctonas en nuestra provincia, distintas al castellano, puede resultar chocante para muchos zamoranos. Algunos incluso pueden pensar que se trata de una burda imitación de la situación que se vive en otras regiones de España en las que sus antiguas hablas hoy son lenguas oficiales, y lo que es más importante, lenguas vivas. Pero nada más lejos de la realidad, no se trata de una lucha por tener "más identidad", ni tampoco de una "invención" de hechos ajenos a nuestra tierra. Todo lo contrario, es una reivindicación de algo que es nuestro, que durante mucho tiempo parecía estar oculto, algo que nos pertenece, y que queremos conservar.

Desde el año 2007 el leonés está reconocido en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que en su artículo 5.2 dice: 

Art.- 5.2. El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación.

El Consejo de Europa ha emitido varios informes pidiendo a la Junta de Castilla y León que tome medidas para la protección de esta lengua, idioma que, por otro lado, también aparece reconocido en la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias, documento ratificado por España en 2001. Existe una base jurídica más que suficiente que debería obligar a nuestras instituciones a desarrollar medidas para la conservación del asturleonés en Zamora. Sin embargo esto no se está haciendo.

¿POR QUÉ NO SE CONSERVA ESTE PATRIMONIO ?

Si hoy gran parte de la población zamorana desconoce la verdadera situación lingüística de su provincia, no es por que no se haya demostrado científicamente la existencia de estas dos modalidades lingüísticas diferentes del castellano, el problema surge a raíz de que hasta hoy nadie se ha preocupado de conservar ni divulgar este enorme legado cultural. Debido a ello, hoy la mayoría de la población zamorana es monolingüe de castellano, frente a la situación de principios del siglo XX donde la mayor parte de la población de estas comarcas usaba habitualmente las hablas leonesas para comunicarse (en el caso de la Alta Sanabria, el gallego). El castellano ha ido sustituyendo al asturleonés, en lugar de convivir con él, y por ello la mayor parte del vocabulario autóctono ha caído en desuso y la poca gente de nuestros pueblos que utiliza las hablas tradicionales las mezcla con el castellano.

Y no sólo por el hecho de que esa gente no haya estudiado su lengua vernácula en la escuela, sino también porque estas personas que usaban su lengua materna han tenido que desecharla al considerarla como una habla vulgar propia de gente sin cultura. El que los zamoranos se hayan avergonzado durante siglos de su forma de hablar hace que el problema se agrave aún más y fomenta la idea de que en tal o en cual sitio "hablan mal" o "medio gallego", simplemente porque su forma de hablar no se ajusta a la norma castellana. Todo ello nos lleva a la situación actual, en la que la mayoría de la gente joven de nuestra provincia y ciudad desconoce palabras como “llobu”, “ñal”, “meluca”, “burrayo”, “palomba”, “pechar”, etc que antaño eran tan habituales en muchos de nuestros pueblos.

EL ESTUDIO DEL LEONÉS 

En el siglo XIX, investigadores venidos de fuera como Morel Fatio, Gessner o Hanssen, se acercarían con interés al sistema lingüístico de las zonas que en otro tiempo constituían el Reino de León. Algunos otros como Erik Staff, de la Universidad de Uppsala, investigarían a través de la documentación su situación medieval, y otros como el portugués Leite de Vasconcelos, llegaría a descubrir la pervivencia de uno de sus dialectos más meridionales nada más y nada menos que en las tierras portuguesas de Miranda do Douro donde, por cierto, el mirandés hoy tiene un reconocimiento oficial. 

Sin embargo no sería hasta Menéndez Pidal, cuando la ciencia aplicaría de un modo definitivo una visión de conjunto a diasistema asturleonés. El conocido investigador, descubridor del "Cantar del Mio Cid" y autor de innumerables trabajos de historia y filología, publicaría en 1907 un extenso artículo en el que aportaba una visión de conjunto sobre las hablas del antiguo Reino de León, y en el que consagraba una expresión de origen erudito para referirse a la lengua autóctona de este territorio: "el dialecto leonés".

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El trabajo de Menéndez Pidal despertó el interés de multitud de filólogos, etnógrafos, historiadores y eruditos locales que se lanzaron a la descripción de las hablas de cada comarca. En ocasiones, tal carrera llevaba a la búsqueda en cada lugar de aquello que no estuviera recogido en ningún otro trabajo ni vocabulario, lo que contribuyó a alimentar una idea de excesiva heterogeneidad dialectal que no se ajusta exactamente a la realidad.

Los trabajos de Fritz Krüger sobre Sanabria, lingüísticos y etnográficos, "El habla de Babia y Laciana" de Guzmán Álvarez, "Aspectos del bable occidental" de Rodríguez-Castellano, "El habla de la Tierra de Aliste" de Jose Mª Baz o los trabajos de Concepción Casado sobre Cabreira, son algunos de los muchos estudios que se han realizado a lo largo y ancho del dominio lingüístico asturleonés.

LA LITERATURA EN ASTURLEONÉS EN ZAMORA

El asturleonés en Zamora ha sido históricamente una lengua oral, con escasa presencia escrita. No obstante, en determinados periodos históricos el asturleonés tuvo cierto auge literario. En el siglo XIII, el romance leonés sustituyó al latín en la documentación jurídica. Así, textos como el Fuero de Zamora fueron escritos en esta lengua. En ese momento surgieron las primeras obras literarias en este idioma, como la versión leonesa del Libro de Alexandre o la Disputa de Elena y María. 

Tiempo después, la variedad sayaguesa del idioma apareció reflejada en el teatro de Juan del Enzina o Lucas Fernández. Aunque el idioma que utilizan estos autores no corresponde exactamente con el habla sayaguesa, los especialistas coinciden en que en dichos textos creados en el entorno de la ciudad de Salamanca existe una base dialectal leonesa, que dio lugar al llamado sayagués literario. 

Aunque en territorios como Miranda l Douro y Asturias la literatura moderna en asturleonés tuvo un nacimiento anterior, no sería hasta el siglo XX en el que encontramos las primeras muestras literarias del asturleonés zamorano. Se trata de la literatura oral recogida por estudiosos como Fritz Krüger y Luis Cortés en Sanabria y algunos breves ejemplos de diálogos costumbristas.

El nacimiento de la literatura moderna en leonés en Zamora habría de esperar al siglo XXI, cuando al abrigo del movimiento de reivindicación lingüística, surge un gran interés por el idioma y por su expresión escrita. Hoy en día hay un creciente número de autores. La prosa y la poesía son los géneros predominantes, aunque también encontramos algunos ejemplos de ensayo y teatro. Estos textos han sido publicados en libros y revistas, tanto dentro como fuera de nuestra provincia. El corpus literario todavía no es muy grande, pero a la vista de la variedad de autores, estilos y propuestas, podemos asegurar que el leonés literario en Zamora tiene futuro.